lunes, 30 de septiembre de 2013

MÜNCH Y EL EXPRESIONISMO

La primera oleada expresionista o lo que por otros son tratados como el precedente del expresionismo, esta en las obras de Münch, James Ensor y Aksel Waldemar Johannessen. En esta entrada os hablaré de Münch.





Eduard Münch vivió de 1863 a 1944 se formó en la Real Academia de Dibujo de Oslo a la cual accedió en 1881. Realizó varios viajes entre los que destaca el que hizo por Alemania llegando a Berlín en 1892, dónde fue muy valorado. También estuvo en París lugar en cual pudo ver la pintura de Manet. Su obra es en gran medida su propio reflejo y es que se trató de un hombre enfermizo y alcohólico. Le influyó mucho la muerte de su hermana Sofía, a causa de la tuberculosis, es más su obra La niña enferma (1886) está inspirada en ella.




Por si no fuera poco con todo esto, su otra hermana, Laura, era esquizofrenica. La verdad es que tuvo una vida complicada, su madre falleció cuando era muy joven y su padre, quien profesaba la fe calvinista, fue el responsable de transmitirle un miedo terrible a la muerte. Tras leer a Nietzcshe y a Kierkegaard sus miedos se agravaron. Todo esto unido a sus varias relaciones fallidas le ayudó a tener la combinación perfecta para elaborar una serie de obras marcadas por la angustia y la soledad.

 A mi personalmente me parece que fue un hombre victima de sus temores y deseos, un hombre atormentado por no saber cómo afrontar los problemas su vida y cicatrizar sus heridas. Sus obras hablan de su angustia. No creo que le importase tanto denunciar nada tan sólo intentó dar salida a sus pensamientos  y sentimientos. Algunos escriben, otros cantan, pero la pintura es la manera más directa y sencilla para transmitir algo más profundo y dejar parte de uno mismo. Os recuerdo que los expresionistas se dieron cuenta de que el arte les servía para plasmar su visión de la realidad y, de este modo, dejar un lenguaje propio e irrepetible. Münch, por su parte, se obsesionó con su dolor, se sentía sólo pero a la vez observado por la sociedad. En el documental, que abajo he puesto, se cuenta como a él no le importaba estar solo o que lo observasen, pero la soledad no buscada es una amarga compañera, y muestra de ello son sus obras.

Paseo vespertino (1892)


La desesperación 
Su obra más famosa es El grito (1883). Existe un trabajo previo llamado La Desesperación. Se dice que es una de las obras claves de la pintura contemporánea y que Münch supo traducir como nadie mediante formas el sentimiento de soledad y angustia. Pero la pregunta es ¿Cómo no iba a saber plasmar esos sentimientos si el estaba hundido en los más profundo de la soledad y la tristeza? Cuando uno esta sumido en una eterna depresión y tiene unas claras habilidades artísticas, como en este caso, imagino que es mucho más sencillo agarrar un pincel y colorear la tristeza. Aunque en el documental se explica que es un grito o alarido de la naturaleza yo lo que creo es que es un grito interno, algo que quiere explotar desde el interior del pintor. Ese sentimiento lo va fraguando poco a poco y finalmente da como resultado este famoso cartón.

La escena se sitúa en el barrio de Ekeborg, allí se encontraba el manicomio para mujeres en el que se hallaba interna su hermana. Este distrito era una zona a donde la gente acudía para suicidarse, como hiciera uno de los amigos de Mücnh. Además, cerca de allí estaban varios mataderos de la ciudad lo cual añade más drama a la escena. El vídeo narra como un día el artista sintió una total desesperación en uno de lo miradores de la ciudad, cuenta como a partir de esta emoción pintó el cuadro y como tomo parte del paisaje para su obra. Pero aunque sabía lo que quería expresar vivió un largo proceso creativo hasta que dio con la formula perfecta. El rostro del hombre que nos grita de forma angustiosa no siempre tuvo ese aspecto cadavérico y es que está inspirado en una momia peruana que vio en París en la Exposición Universal de 1889.





A mi lo que más me gusta es el fuerte contraste que existe entre su desesperación y los colores que le rodean. En teoría se trata de los tonos reales de un atardecer tras la explosión del volcán Krakatoa en 1883. Aunque al parecer esos tonos son habituales en los atardeceres de Oslo.  El resto de elementos son propios del paisaje expresionista y se consideran síntomas de modernidad. Yo creo que es un ejemplo muy claro del cambio que poco a poco vivió la pintura como forma de expresión.

Os dejo el documental, para mi muy interesante, de la BBC sobre esta obra y el gran impacto social que ha generado. Yo sencillamente pienso que ha tenido tanto éxito porque en algún momento de la vida todo el mundo nos hemos sentidos solos y gritando sin ser escuchados. La obra Münch la planteó dentro de un conjunto de amor y El grito representaría el final, la desesperación del desamor pero hoy en día ese mensaje ha quedado en cierto modo desvirtuado. Yo cuando lo contemplo siempre me siento mejor al pensar que en la soledad de la tristeza siempre hay compañeros silenciosos. 



¿Porqué pensáis que a tenido tanto éxito? ¿Cuál es el futuro de esta obra? Es cierto que es una imagen victima del consumismo pero no creo que haya perdido fuerza, de hecho, creo que es el nexo de unión entre personas de todo el mundo, ya que todo hemos sufrido alguna vez. La imagen no ha de ser bonita porque el sufrimiento no lo es y gracias a esta estética Münch logró sin necesidad de decir nada transmitir mucho.


La danza de la vida (1899-1900)

En la próxima entrada describiré el arte de Ensor y Johannessen. Como siempre os invitó a participar.

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